domingo, 6 de dezembro de 2009

Uruguai um dia após as eleições


El día después de las elecciones presidenciales
Pablo Romero


Los resultados electorales de la segunda vuelta han confirmado lo que las encuestas marcaban ya varios días antes: José “Pepe” Mujica es el nuevo presidente de Uruguay. El carismático ex guerrillero y líder histórico del Movimiento de Participación Popular (MPP), cuya vida amerita a estas alturas novelarse y llevarse a las pantallas del séptimo arte, asumirá en marzo próximo como presidente de todos los uruguayos, comandando el segundo período de gobierno de la izquierda uruguaya.

Y siendo una noche de festejo para la mayoría de la ciudadanía –y para todos teniendo en cuenta que nuevamente fue una jornada de festejo democrático y ejemplo de tolerancia y respeto -, el día después ya se empezó a palpitar y a cobrar relevancia en la escena política local.

En este sentido, el primer discurso de Mujica como presidente electo ya ha tenido una importancia central, al menos desde el punto de vista de las intenciones: su resonada expresión, a pocos minutos de conocer su victoria en las urnas, de que “no hay vencidos ni vencedores” –frase de espíritu artiguista y utilizada en nuestros pagos para sellar la paz en épocas de la Guerra Grande- y su apelación a la unidad política a favor de todos los uruguayos más allá de las divisas partidarias, es un auspicioso síntoma inicial respecto de avanzar en políticas de estado que vayan más allá de la partidocracia, enfermedad crónica de varias sociedades democráticas,
incluida la uruguaya . Es que no es un asunto menor, sobre todo para un país pequeño y aún dependiente como el nuestro, que se avance en este sentido en los próximos cinco años. A su vez, el derrotado en las urnas, el líder nacionalista Luis Alberto Lacalle, también sostuvo en su discurso un tono conciliador y de mirada más allá de los resultados puntuales y los meros intereses partidarios.

¿Se concretarán finalmente estas buenas intenciones iniciales? ¿Es posible lograr acuerdos luego de una campaña electoral que fue bastante ríspida por momentos y en donde primaron las descalificaciones personales más que las ideas? ¿Es posible dejar de lado las diferencias ideológicas tan marcadas en algunos puntos y concentrarse en aquellos ítems en los que se tiene o se puede tener una mirada en común? El día después, que es en definitiva el día más importante para todos, nos irá despejando estas dudas. De momento, estas buenas intenciones son solo las del minuto después. En tanto, hay mucho análisis por hacer sobre otro día histórico, en donde la izquierda uruguaya sale fortalecida, logrando llevar a la presidencia a una figura fuertemente cuestionada por la oposición y que, paradójicamente, podría ser quien dé un histórico paso en cuanto a lograr quebrar el viejo vicio político uruguayo
de gobernar sin el otro, sin el perdedor en esa dicotomía de izquierda versus derecha. El tiempo lo dirá. Y la voluntad política, claro.

Um comentário:

Unknown disse...

Sou leitor do seu blog mas, mesmo sendo fora da sua área gostaria de ver sua opinião sobre o assunto abaixo:
Maior baixaria após o jogo entre Coritiba e Fluminense. Os policiais, em menor número, sofreram na mão da torcida do coxa. Vai passar na tv durante a semana inteira, mas, vê aí. Fica a pergunta: a PM deve trabalhar na segurança de eventos, arriscando a vida pra defender 22 jogadores e um trio de arbitragem? Não era para os clubes contratarem a segurança?"